Aprendizaje y enseñanza en el siglo XXI: Pautas para el desarrollo profesional docente.
jueves, 31 de enero de 2013
CÓMO IMPULSAR EL APRENDIZAJE AUTORREGULADO EN NUESTROS ALUMNOS
Los profesores deberían utilizar en sus aulas metodologías
tales como:
- Dialogar con los alumnos para conocer sus conocimientos previos.
- Favorecer la participación de los alumnos.
- Proporcionar un aprendizaje significativo.
- Fomentar el trabajo en grupo.
- Mantener a los alumnos atentos, despiertos y activos.
- Despertar el interés de los alumnos por la materia.
- Invitar a los alumnos a pensar constantemente. Es decir, en vez de entrar a clase y decir a los alumnos: “los animales vertebrados son aquellos que tienen huesos”, empezaría diciendo ¿sabéis que son los animales vertebrados? sino lo saben, no se lo diría directamente, les diría os voy a poner ejemplos de los que son vertebrados y de los que no son a ver si veis alguna diferencia.
En definitiva, con este ejemplo quiero decir que no hay que
darles a los alumnos el contenido "triturado" sino que hay que intentar que lo
vayan construyendo ellos mismos con preguntas, imágenes, buscando en la red,
consultando el diccionario, preguntando en casa, etc. Una clase no puede
basarse únicamente en que el profesor se dedica a exponer la materia y los alumnos a escuchar y memorizar. Con esto no quiero decir que nunca pueda explicar algo el profesor y que los alumnos simplemente tengan que atender. siguiendo el ejemplo que he puesto antes, una vez que el profesor ha hecho a los alumnos pensar,
reflexionar, investigar o indagar, puede explicarles que efectivamente los animales vertebrados son aquellos que tienen huesos como el ser humano, y los animales invertebrados son aquellos que no tienen huesos como por ejemplo la hormiga. Esto puede ser muy útil para
asentar los conocimientos que han adquirido y comprobar que todos lo han comprendido correctamente.
EL APRENDIZAJE AUTORREGULADO
El aprendizaje autorregulado es el aprendizaje que uno mismo
es capaz de dirigir, es un aprendizaje autónomo, en el que el profesor no da todo “machacado al alumno” y el alumno
simplemente incorpora ese conocimiento en su repertorio, sino que le da las
herramientas, las estrategias necesarias para que él mismo se vaya construyendo su propio
aprendizaje.
Me acuerdo cuando era pequeña que mi padre me decía que
parecía un loro. Exagerando un poco, dice que le decía la lección nombrándole
hasta los puntos y las comas. La verdad,
es que me aprendía un párrafo de memoria (muchas veces sin entender nada) y lo
repetía tal cual, sin dejarme ni una sola palabra. Eso no es un aprendizaje
autorregulado, ese aprendizaje no sirve para nada, porque luego se olvida.
Afortunadamente, conforme
fui creciendo y avanzando en mis estudios cambie mi forma de estudiar. Ahora, me
doy cuenta que me hace falta invertir mucho menos tiempo, ya no me hace falta
pensar cómo tengo que estudiar, dónde puedo buscar información o cómo se hace
un esquema, sino que eso me sale de forma automática y solo me tengo que
centrar en el contenido. Simplemente echando un vistazo rápido ya sé de qué me
están hablando, qué es lo importante y qué es lo secundario. Si no aprendemos
desde pequeños a regular nuestro propio aprendizaje luego tendremos problemas.
En mi caso, si hubiera seguido memorizando, ahora mismo me sería imposible
enfrentarme a las materias de la universidad.
LA ESTAFA DEL ENSEÑAR A ENSEÑAR
Un buen profesor domina la materia que imparte y además sabe trasmitirla. No basta con que posea muchos conocimientos, también tiene que tener habilidades para saber comunicárselos a los demás.
En el texto dice que
si un profesor no sabe enseñar a sus alumnos un concepto es porque no lo sabe
del todo, puede mejorar. Si se lo sabe
bien siempre lo sabe trasmitir. No estoy de acuerdo con estas dos afirmaciones.
Una persona puede saber mucho de historia o de matemáticas y además disfrutar
con ellas pero no saber enseñarlas a los alumnos, no tener las habilidades para
saber trasmitir de forma clara los conocimientos, no saber jerarquizar los contenidos
principales de los secundarios o simplemente no tener paciencia y desistir.
Un pedagogo no domina todas las materias pero sí conoce
estrategias y metodologías diferentes para que luego los profesores apliquen la
más adecuada al contenido que van a explicar y a sus alumnos concretos. Además, no todos los profesionales trabajan en
lo que realmente les gustaría, a veces las necesidades sociales o económicas obligan
a escoger un trabajo diferente a tu profesión. Por ejemplo, una persona que sea
muy culta y se dedique a la investigación puede que en un período de su vida no encuentre trabajo en ese
ámbito y opte por ser profesor durante un tiempo para ganarse la vida. Ese profesor puede dominar muy bien la materia pero si no le gusta enseñar o no tiene paciencia por
mucho que le apasione el tema no va a lograr trasmitir el conocimiento a todos
los alumnos. Seguramente, sino tiene paciencia, ganas o recursos no logrará que
todos sus alumnos comprendan sus explicaciones.
Por otro lado, sí que es verdad que la experiencia es un
factor clave, todos los profesionales deberían superar un largo proceso de
prácticas antes de ejercer como profesionales. En la práctica es dónde mas se
aprende. Pero antes de ir a la práctica son necesarios algunos conocimientos
previos que con solo la práctica no da tiempo a abarcar en profundidad.
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