Con mi experiencia en la elaboración de unidades didácticas
a lo largo de la carrera y la puesta en
práctica de otras durante mis prácticas escolares, me ha parecido adecuado
reorganizar de esta forma los pasos que Fink establece.
Al diseñar entornos de aprendizaje nos centramos en el
contenido esforzándonos por lograr un ambiente que favorezca el aprendizaje. En
primer lugar atendemos el contexto (cómo son los alumnos, con qué aula contamos, etc.), una vez que conocemos el contexto donde vamos
a impartir la enseñanza nos fijamos unos objetivos y en relación con estos, unos
criterios de evaluación. Las actividades también tienen que responder a los
objetivos, es decir, con las actividades que llevemos a cabo tenemos que conseguir
lograr los objetivos que nos hemos marcado. Como vemos, todo tiene que estar
relacionado y tener coherencia para que el proceso de enseñanza- aprendizaje tenga
sentido. Haremos una selección de estrategias de enseñanza y metodologías
adaptándolas al contenido y a las características de nuestros alumnos.
En relación con las estrategias de enseñanza, es importante
tener en cuenta que las estrategias que usemos con nuestros alumnos,
seguramente vayan a ser las que luego nuestros alumnos utilicen a la hora de
estudiar, les servimos de modelo. Por eso, debemos usar buenas estrategias y
ser claros para que ellos las puedan interiorizar y aplicar luego en otros
contextos.
Podemos darle más sentido todavía al proceso de enseñanza-aprendizaje , creando
una temática para el curso, de esta forma motivaremos a nuestros alumnos y
fomentaremos la participación. Es muy aconsejable también, anticiparse a los
posibles errores. Una buena forma para llevar a cabo esto, es autoevaluándose,
reflexionando sobre nuestra práctica educativa, dedicando unos minutos a pensar
qué he hecho bien y que puedo mejorar.
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